Karl Ove Knausgard

Comencé.  No pude dejarlo para después.  He venido esquivando este libro para poder degustarlo más lentamente, sin estorbos de ninguna naturaleza.  Un libro profundo, con líneas que me están dejando con esa sensación en el corazón…”qué manera de escribir!”.  Es como si estuvieras leyendo tus propios pensamientos más íntimos.  Bello.  Comparado con Mann.  O Proust.  Nada más cierto!

Entender el mundo equivale a colocarse a cierta distancia de él.  Lo que es demasiado pequeño para verlo a simple vista, como las moléculas, lo ampliamos; lo que es demasiado grande, como el sistema de nubes, los deltas de los ríos, las constelaciones, lo reducimos.  Cuando lo tenemos al alcance de nuestros sentidos, lo fijamos.  A lo fijado lo llamamos conocimiento.  Durante toda nuestra infancia y juventud nos esforzamos por establecer la distancia correcta de cosas y fenómenos.  Leemos, aprendemos, experimentamos, corregimos.  Y un día llegamos a un mundo en el que se han fijado todas las distancias necesarias, y establecido todos los sistemas.  Es entonces cuando el tiempo empieza a correr más deprisa.  El tiempo ya no se encuentra con obstáculos, todo está fijado, el tiempo fluye a través de nuestras vidas, los días desaparecen a toda velocidad, antes de suspirar hemos llegado a los cuarenta años, a los cincuenta, a los sesenta…El sentido requiere plenitud, la plenitud requiere tiempo, el tiempo requiere resistencia.  El conocimiento es igual a distancia, el conocimiento es estancamiento y enemigo del sentido.  La imagen que tengo de mi padre de aquella tarde de 1976 es, en otras palabras, doble: por un lado lo veo como lo veía entonces, con los ojos del chaval de ocho años, imprescindible y aterrador, por otra parte lo veo como a alguien de mi misma edad, a través de cuya vida sopla el tiempo, llevándose consigo pedazos de sentido cada vez más grandes.

La Muerte del padre.  Mi lucha: 1

 

Penso…logo Penso mais…

E assim, enquanto o mundo reclama o que é seu, enquanto o Brasil tenta retomar o direito democrático adquirido há pouco, enquanto alguns estão planejando se explodir por alguma crença vil e sangrenta, eu aqui, penso…penso na vida…penso nas crianças que estão começando a viver nesse mundo de cabeça para baixo e nos mortais que tentam viver a vida real…a vida do trabalho, do vamos arregaçar as mangas e trabalhar pelo bem do país e de cada um de nós.  moi 1